Educar para un mundo cambiante (2)

Educar para un mundo cambiante (2)

En ESTE POST ANTERIOR iniciamos el resumen del libro «Educar para un mundo cambiante» de David Perkins. Hoy continuamos la serie…


David Perkins establece un símil entre el conocimiento y el ciclismo: «El conocimiento es como una bicicleta, en el sentido que nos lleva a alguna parte». Si partimos de esta afirmación, es decir, si el conocimiento es como una bicicleta, ¿por qué se enseñan tantos temas que no llevan a ninguna parte? Según Perkins, el currículo sufre el «síndrome del garaje lleno»: parece más seguro y más fácil conservar la bicicleta vieja que tirarla.

En este capítulo se analizan los puntos débiles de los tres programas educativos predominantes. A saber:

  1. El programa dirigido a los logros se centra en el rendimiento sin diferenciar entre conocimiento claramente valioso para la vida y conocimiento cuestionable.
  2. El programa que aboga por la información hace honor únicamente a un tipo de conocimiento, restando importancia a conceptos y habilidades generales. Cultiva el conocimiento de una forma que no se fija adecuadamente y sobrecarga la memoria de una sociedad en la que la información está al alcance de todos.
  3. Por su parte, el programa que se centra en la especialización, genera complejidad en las disciplinas sin tener en cuenta cuáles son las ideas más importantes para la vida que realmente se llevan las personas. Según el autor, la educación básica debería optar más por un «amateurismo experto» que por la especialización. El «amateur experto» entiende los aspectos básicos y los aplica con seguridad, corrección y seguridad. Puede que el «amateur experto» en estadística y probabilidad no sepa nada de temas avanzados de dicha materia como la regresión lineal o el análisis factorial, pero es perfectamente consciente de lo que significan los términos «desviación media» y «desviación típica», que pueden utilizarse para describir la población bien o no tan bien, las muestras pequeñas pueden resultar engañosas…

La manera de trabajar de la educación tradicional sencillamente no se corresponde con la tremenda conectividad que vive el mundo de hoy en día. Perkins propone encontrar el equilibrio entre los objetivos centrados en los logros, la información y la competencia, y el aprendizaje que vale la pena. Para ello sugiere seguir los pasos que señalamos al final del post anterior:


Los grandes temas de comprensión son una cuestión de grado. Un tema candidato a ser esencial podría ofrecer más o menos información, actos, ética y oportunidad.

El autor afirma que, por mucho que nos esforcemos por visualizar lo que merece la pena, no existe el «Santo Grial» de un currículo universal ideal, con unos mismos grandes temas de comprensión para todos, en todas partes y para siempre.

Los «nichos de comprensión» son temas opuestos a los «temas esenciales». En estos nichos de comprensión se tratan conocimientos importantes en un contexto técnico en particular, pero usualmente no inciden de modo especial en la vida que probablemente vivirán los estudiantes. Es decir, aquellos conocimientos que son importantes en ciertas disciplinas no tienen que ser necesariamente grandes temas de comprensión. Estos grandes temas de comprensión no siempre se aprenden en la «escuela formal» y en los libros, sino que muchos se encuentran en la «escuela de la vida».

Nuestras vidas funcionan con lo que podríamos llamar «conocimiento receta». Este conocimiento supone un 90% de lo que hacemos la mayor parte del tiempo. El 10% restante lo constituyen los grandes temas de comprensión, los cuales nos ayudan a pensar y actuar ante algo nuevo; ante situaciones problemáticas en las que las recetas no funcionan.

Los grandes temas de comprensión forman racimos, redes y jerarquías de conocimiento y contribuyen a nuestras vida de tres formas complementarias:

  1. Orientan para tomar decisiones.
  2. Ayudan a deliberar sobre las situaciones.
  3. Proporcionan una base para el aprendizaje superior.

Invertir en un conocimiento nicho proporciona dividendos en cuanto a orientación, deliberación y aprendizaje superior, solo cuando se tiene interés en esa área técnica concreta. Por su parte, invertir en grandes temas de comprensión proporciona esos dividendos por el mero hecho de vivir nuestra vida normal.

El alumnado que quiera explorar itinerarios profesionales debe tener la oportunidad de estudiar el lado más técnico de una determinada materia, pero el núcleo de la educación general debería colocar en primer plano los grandes temas de comprensión.

David Perkins

Los grandes temas de comprensión están preparados para avanzar, al contrario que el contenido que pedimos al alumnado que aprenda. Las grandes preguntas se sitúan junto a los grandes temas de comprensión. También están preparadas para avanzar, son valiosas para la vida que probablemente tendrán los estudiantes de hoy.

Muchas grandes preguntas podrían inspirar una educación para lo desconocido: ¿De dónde venimos? ¿De dónde viene el universo y adónde va? ¿Adónde vamos nosotros? ¿Cuáles son las fuerzas que se ocultan tras la guerra y la paz, y cómo podemos manejarlas de forma más adecuada? ¿Cómo nos enfrentamos a problemas globales fundamentales como la pobreza o la sobreexplotación de los recursos materiales?…

Como ocurre con los grandes temas de comprensión, las preguntas son grandes cuando ofrecen:

  1. Información.
  2. Actos.
  3. Ética.
  4. Oportunidad.

Las grandes preguntas pueden ser analíticas siempre y cuando vayan acompañadas de la capacidad de maravillarse. Maravillarse de algo proporciona el estímulo y la guía para reflexionar sobre lo desconocido.

A partir de las grandes preguntas, se debe seguir la dirección basada en el aprendizaje orientado a la búsqueda de respuestas que utilicen un paradigma basado en problemas, proyectos, estudio, comunidad… En la práctica, el alumnado, si se ha maravillado, puede llegar a dedicar casi todo el tiempo a pensar y reflexionar sobre el tema.

El currículo y los cursos deberían estar organizados, no en torno a respuestas, sino a las grandes ideas, preguntas y problemas para los que el contenido representa la respuesta. Las grandes preguntas deberían modelar el aprendizaje del pensamiento crítico y autónomo del alumnado.

Si se controla bien el tiempo y el profesorado tiene habilidades para ello, pueden emplearse preguntas socráticas, es decir, aquellas que plantean problemas, exigen pruebas y desafían conclusiones. Otro enfoque es el de las preguntas vivas, centradas en temas de investigación que proporcionan a las conversaciones un centro de atención y una relevancia. Estas preguntas pueden desarrollarse en base a líneas argumentales que van tejiendo poco a poco el aprendizaje deseado.

A través de las preguntas se debe convertir lo extraño en algo conocido para presentar conocimientos nuevos, pero también volver lo familiar extraño. Por tanto, el objetivo principal de estas preguntas importantes es impulsar al alumnado a plantearlas, no solo a buscar la respuesta.

David Perkins nos regula ejemplos de posibles grandes preguntas:

  • ¿Qué te hace pensar eso?
  • ¿Puedes explicar tu razonamiento?
  • ¿Cuál es el otro lado de la historia?
  • ¿Cuáles son los pros y los contras?
  • ¿Qué es lo que debemos dar por sentado?
  • ¿Qué está ocurriendo?
  • ¿Qué es lo que ves que te hace decir eso?
  • ¿Qué te hace tomar esa decisión?
  • ¿Qué opciones tengo?
  • ¿Qué absurdas opciones tenemos?
  • ¿Cómo podemos combinar dos ideas diferentes?
  • ¿Cuál es el verdadero problema?
  •  …

La búsqueda personal de una pregunta por parte del alumnado suele facilitar el aprendizaje. La respuesta que se da no se entiende. En cambio, la respuesta que se busca y de domani, sí se entiende. Por tanto, el objetivo no es simplemente aprender las respuestas (resultado), sino que consiste también en aprender el arte de plantear preguntas y de buscar respuestas (procedimiento y reflexión).

En ocasiones, las mayores barreras que encontramos para nuestro avance no aparecen cuando no tenemos ni idea de lo que está pasando, sino cuando estamos demasiado seguros de saber la respuesta.

David Perkins

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Feliz miércoles.

Vicente, Elio y Raül

Imagen destacada generada con Leonardo AI

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